UNA LLAMADA DE ESPERANZA
Si algo sabía aquella mujer, era que después de esa llamada
le cambiaría la vida. Esperó y esperó, hasta que al atardecer por fin sonó el
teléfono… y en su cara se pudo ver la felicidad.
Después de varios años de lucha le comunicaron que su
pequeña estaba sana, que todo mal había desaparecido y que las últimas pruebas
salieron bien, que por fin su hija podría ser una niña, una niña de diez años,
y disfrutar de la vida, bailar, saltar, correr con sus amigos, etc.
Las lágrimas de alegría recorrían su cara.
Mª de los Ángeles Gallego Troyano de 1º ESO B
Seudónimo: “Mayán”
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